viernes, 19 de febrero de 2010

¿Tolerancia? religiosa

La noticia que traigo hoy es de esas que requetecomprueba nuevamente que para los religiosos el fin justifica los medios mientras que la tolerancia la deben demostrar los demás para con su religión... pero no al revés. Y es que parece ser que un socerdote pastor puso porno gay a sus fieles en la iglesia para apoyar, nada menos, que la pena de muerte contra los homosexuales:

Exhibe porno gay en su iglesia para que la ley contra la homosexualidad gane apoyo

20MINUTOS.ES / AGENCIAS. 18.02.2010 - 17.19 h

Un clérigo ugandés ha exhibido imágenes de pornografía gay en su iglesia ante unos 300 fieles con el objetivo de que el proyecto de ley que castiga los actos homosexuales en Uganda gane apoyo entre la población. "Estamos en un proceso legislativo y tenemos que concienciarnos de lo que hacen los homosexuales", ha declarado el pastor Martin Ssempa al programa 'Network Africa' de la BBC.

Actualmente, en Uganda, la homosexualidad es ilegal y punible con penas de cárcel. El polémico proyecto de ley, que ha recibido numerosas críticas a nivel internacional, propone que ciertos actos homosexuales se condenen con la pena de muerte. Para quienes apoyan el nuevo texto, como el pastor, la ley que está vigente es insuficiente. "En África, lo que haces en tu habitación afecta a nuestro clan, afecta a nuestra tribu, afecta a nuestro país", ha asegurado Ssempa.

"Necesita ayuda médica"

Monica Mbaru, de la Comisión Internacional de los Derechos de Gays y Lesbianas, condenó el comportamiento del clérigo, que también pretendía liderar una manifestación en Kampala pero finalmente no lo ha hecho por "motivos de seguridad". "No puedes mostrar material pornográfico a tus fieles y después querer argumentar que estás conservando la ética de la sociedad", aseguró a la BBC. "Creo que estamos hablando de alguien que necesita ayuda médica", ha añadido.


Esto se une a un reciente estudio que afirma, nada menos, que ciertos daños cerebrales impulsan las creencias religiosas. Tal vez la señorita Mónica Mbaru tenga más razón de lo que piensa.