El agua gira en sentido contrario en el hemisferio
sur debido a la rotación de la Tierra.
sur debido a la rotación de la Tierra.
Esta afirmación es FALSA.
La fuerza de rotación de la tierra no es lo suficientemente intensa como para afectar al giro del agua en un desagüe. De hecho, cuando uno quita el tapón, la dirección en la que gira el agua depende única y exclusivamente de la estructura que la contiene. Podéis hacer la prueba en varias pilas y desagües y veréis cómo el agua gira en un sentido o en otro, dependiendo del tipo de pila, de la posición del agujero, de donde cae el agua del grifo, y la estructura de la pila en sí, sin importar el hemisferio en el que uno se encuentre.
Todos hemos visto las fotos de satélite que ponen todos los días en los telediarios en el espacio dedicado al tiempo meteorológico. Hemos visto como las borrascas forman espirales. Si la tierra no girase sobre sí misma, al producirse una zona de alta o baja presión, el aire saldría o entraría en línea recta. Pero resulta que la tierra sí que gira a la suficiente velocidad como para afectar a una masa de aire tan grande. El resultado de esto es que el aire al salir o entrar a la zona de alta o baja presión, lo hace curvándose. A este efecto se le llama efecto de Coriolis o fuerza (ficticia) de Coriolis [Lo de ficticia viene por la misma razón que la llamada fuerza centrífuga]. Esto se puede visualizar de forma muy gráfica del siguiente modo: supongamos que sale un avión de Londres con destino a Johannesburgo (Sudáfrica) y que además desconectamos el sistema de navegación para que exclusivamente vuele en línea recta. El avión sale de Londres y tarda varias horas en llegar a su destino. Durante ese tiempo la tierra está girando de oeste a este, y gira lo suficiente como para que cuando el avión supuestamente haya llegado a Johannesburgo se encuentre en realidad en mitad del Atlántico. Esto mismo es lo que ocurre con el aire en las borrascas y los anticiclones. Y efectivamente, según estés en el hemisferio norte o sur, el sentido de giro será uno u otro: los anticiclones en el sentido de las agujas del reloj en el hemisferio norte (dextrógiro) y en sentido contrario en el hemisferio sur (levógiro) mientras que las borrascas giran de forma levógira en el hemisferio norte y dextrógira en el sur.
Y ¿por qué no afecta esto al agua en un lavabo o pila? Es una simple cuestión de tamaño y velocidad. La tierra tarda 24 horas aproximadamente en dar un giro completo, es decir, una revolución por día. El agua en el lavabo da varias vueltas por segundo. Esto significa que el efecto de Coriolis va a ser demasiado débil como para influir en un giro millones de veces más rápido que los que él afecta. El efecto de Coriolis afecta a sistemas muy grandes en tamaño (compárese el tamaño de una borrasca o un huracán con el de un simple lavabo) y que se extienden mucho en el tiempo. De cualquier modo, uno puede hacer la prueba de forma sencilla: llena todo lavabo, bañera o pila que te encuentres, quita el tapón, y observa. Verás que cada cual hace lo que quiere, y que incluso lavabos de la misma marca y modelo pueden tener comportamientos distintos. Ninguna de estas tres cosas son perfectamente redondas o esféricas, en raras ocasiones tienen el desagüe justo en el centro y su construcción es distinta obedeciendo a necesidades dispares. De hecho, puedes encontrar que incluso hay pilas en cuyo desagüe nunca se forma remolino por la simple estructura física en la que están diseñadas.
Para concluir, la leyenda urbana nace precisamente de la observación del efecto de Coriolis. Desconozco a qué mente se le ocurriría semejante cosa, pero desde luego no pudo meter la pata más al fondo. En la naturaleza hay cosas que suceden en sistemas de grandes magnitudes, pero que no ocurren en sistemas de pequeñas magnitudes. El efecto de Coriolis es uno de ellos, pero no el único: la fuerza de la gravedad o la relatividad son fenómenos que ocurren en el mundo macroscópico, pero cuando por ejemplo bajamos al nivel del átomo, esas cosas no ocurren. Y lo mismo es aplicable a la inversa: hay cosas que suceden a nivel atómico que no se pueden extrapolar al nivel macroscópico.
Todos hemos visto las fotos de satélite que ponen todos los días en los telediarios en el espacio dedicado al tiempo meteorológico. Hemos visto como las borrascas forman espirales. Si la tierra no girase sobre sí misma, al producirse una zona de alta o baja presión, el aire saldría o entraría en línea recta. Pero resulta que la tierra sí que gira a la suficiente velocidad como para afectar a una masa de aire tan grande. El resultado de esto es que el aire al salir o entrar a la zona de alta o baja presión, lo hace curvándose. A este efecto se le llama efecto de Coriolis o fuerza (ficticia) de Coriolis [Lo de ficticia viene por la misma razón que la llamada fuerza centrífuga]. Esto se puede visualizar de forma muy gráfica del siguiente modo: supongamos que sale un avión de Londres con destino a Johannesburgo (Sudáfrica) y que además desconectamos el sistema de navegación para que exclusivamente vuele en línea recta. El avión sale de Londres y tarda varias horas en llegar a su destino. Durante ese tiempo la tierra está girando de oeste a este, y gira lo suficiente como para que cuando el avión supuestamente haya llegado a Johannesburgo se encuentre en realidad en mitad del Atlántico. Esto mismo es lo que ocurre con el aire en las borrascas y los anticiclones. Y efectivamente, según estés en el hemisferio norte o sur, el sentido de giro será uno u otro: los anticiclones en el sentido de las agujas del reloj en el hemisferio norte (dextrógiro) y en sentido contrario en el hemisferio sur (levógiro) mientras que las borrascas giran de forma levógira en el hemisferio norte y dextrógira en el sur.
Y ¿por qué no afecta esto al agua en un lavabo o pila? Es una simple cuestión de tamaño y velocidad. La tierra tarda 24 horas aproximadamente en dar un giro completo, es decir, una revolución por día. El agua en el lavabo da varias vueltas por segundo. Esto significa que el efecto de Coriolis va a ser demasiado débil como para influir en un giro millones de veces más rápido que los que él afecta. El efecto de Coriolis afecta a sistemas muy grandes en tamaño (compárese el tamaño de una borrasca o un huracán con el de un simple lavabo) y que se extienden mucho en el tiempo. De cualquier modo, uno puede hacer la prueba de forma sencilla: llena todo lavabo, bañera o pila que te encuentres, quita el tapón, y observa. Verás que cada cual hace lo que quiere, y que incluso lavabos de la misma marca y modelo pueden tener comportamientos distintos. Ninguna de estas tres cosas son perfectamente redondas o esféricas, en raras ocasiones tienen el desagüe justo en el centro y su construcción es distinta obedeciendo a necesidades dispares. De hecho, puedes encontrar que incluso hay pilas en cuyo desagüe nunca se forma remolino por la simple estructura física en la que están diseñadas.
Para concluir, la leyenda urbana nace precisamente de la observación del efecto de Coriolis. Desconozco a qué mente se le ocurriría semejante cosa, pero desde luego no pudo meter la pata más al fondo. En la naturaleza hay cosas que suceden en sistemas de grandes magnitudes, pero que no ocurren en sistemas de pequeñas magnitudes. El efecto de Coriolis es uno de ellos, pero no el único: la fuerza de la gravedad o la relatividad son fenómenos que ocurren en el mundo macroscópico, pero cuando por ejemplo bajamos al nivel del átomo, esas cosas no ocurren. Y lo mismo es aplicable a la inversa: hay cosas que suceden a nivel atómico que no se pueden extrapolar al nivel macroscópico.
y para que mierda ponen afirmaciones que son falsas ¬¬
ResponderEliminarporque en el hemisferio sur los anticiclones y las borrascas circulan en el sentido contrario del hemisferio norte?
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