Hoy voy a hablar de un troll dogmático y pseudocientífico llamado Libreysoberano, pero antes de ello me gustaría hacer un repaso a algunos conceptos importantes. Todos hemos oído hablar de la psiquiatría (la ciencia que estudia las enfermedades mentales y su tratamiento), la psicología (la ciencia que estudia el comportamiento del hombre, a veces no de forma muy científica), pero quizá no es tan conocida la etología o biología del comportamiento (ciencia que estudia el comportamiento de los animales). Históricamente el estudio del comportamiento de los animales se ha dividido en dos ramas: los que afirmaban que los comportamientos eran innatos (escuela etológica) y los que afirmaban que los comportamientos eran aprendidos (escuela conductista). La escuela etológica de origen europeo estuvo representada por Konrad Lorenz, Karl von Frisch y Niko Tinbergen y realizaban sus estudios en el campo sobre todo tipo de animales, fijándose principalmente en los comportamientos generales. La escuela conductista sin embargo tenía un origen estadounidense y estuvo representada por John Watson, Ivan Pavlov y Frederic Skinner, que estudiaban al hombre y más particularmente sus comportamientos individuales. ¿Cuál de las dos escuelas tenía razón? La respuesta es que ambas tenían razón y ambas estaban equivocadas. Dicho de otro modo: el comportamiento de los animales está condicionado en parte por la genética y en parte por el ambiente; en parte son innatos y en parte son aprendidos, todos, sin excepción. Si no existe una base genética no se pueden desarrollar los comportamientos, pero los comportamientos raramente son exclusivamente innatos (sin embargo los hay).
Actualmente se hacen muchos estudios sobre el comportamiento entre familiares, hermanos, mellizos, gemelos, y personas no emparentadas. Esos estudios, además del parentesco también tienen en cuenta el ambiente y resulta muy útil, por poner un ejemplo, comparar comportamientos entre gemelos que viven en un mismo ambiente y gemelos que viven en ambientes distintos. De ello se obtienen resultados muy interesantes. Por ejemplo, las habilidades cognitivas generales (como el antiguo coeficiente de inteligencia IQ ahora llamado "g") durante la infancia están condicionadas en un 40% por los genes, un 25% por el ambiente compartido y un 25% por el ambiente no compartido, mientras que los adultos están condicionados en un 60% por la genética y un 35% por el ambiente no compartido (del ambiente compartido ya se ha aprendido todo). Y no estamos hablando de dos o tres marcadores genéticos sino de más de 150. De hecho, aquellos que estudian genética del comportamiento no suelen hablar de un gen suelto, sino de QTLs. Por su parte las habilidades cognitivas específicas se correlacionan moderadamente con las generales, y algunas tienen un mayor condicionamiento genético (como la verbal y la especial) mientras que otras lo tienen menor (como la memoria).
Adicciones como el alcoholismo o el tabaquismo han demostrado tener una influencia genética moderada y grandes diferencias entre sexos, ya que las mujeres presentan cuatro veces más predisposición genética al alcoholismo cuando tienen parientes alcohólicos en primer grado mientras que los hombres presentan sólo el doble. Sin embargo, en el caso de gemelos y mellizos son los hombres los que tienen una predisposición genética algo mayor. El comportamiento antisocial en la adolescencia está condicionado genéticamente en un 10% y se eleva hasta el 40% en la fase adulta; mientras que el ambiente compartido pasa de un 40% a un 10% y el ambiente no compartido se mantiene constante en un 50%. Además las mujeres tienen el doble de predisposición genética que los hombres cuando ambos tienen parientes antisociales.
Con estos ejemplos quiero reseñar que cuando se analiza el comportamiento de las personas se ve claramente que está condicionado por la genética y el ambiente. En algunos casos hay mayor condicionamiento genético que ambiental, y en otros casos es al revés. En algunos casos hay comportamientos que dependen de un sólo gen (no recuerdo que haya ninguno descrito en humanos pero sí en drosofilas), pero en la inmensa mayoría de los casos los comportamientos dependen de muchos genes. Y, por supuesto, del ambiente. No debemos nunca olvidar que todo comportamiento es fenotipo, y como tal, es el resultado de la expresión del genotipo en un ambiente determinado. Tampoco debemos olvidar la gran importancia que tiene en los humanos todo aquello que ven, leen, escuchan, etc. en el aprendizaje.
Hace un par de años, en los foros de e-ciencia.com (en aquel entonces eran aún 100cia.com), apareció un individuo llamado Libreysoberano con una pseudoteoría cuanto menos curiosa. Según este sujeto, creer o no creer en la existencia de uno o varios dioses (así como todos los conceptos ligados a lo anterior, como el alma, los fantasmas, etc.) depende única y exclusivamente de tres capacidades, según él "intelectuales", que son la curiosidad, la inteligencia y el valor. Al conjunto de estas tres capacidades lo llamó en un arrebato de originalidad "factor CIV". Libreysoberano jamás presentó prueba científica alguna de cuanto afirmaba y reconocía que su pseudoteoría no requería demostración científica porque filosóficamente era, según él, correcta, insisto en que siempre según su opinión, porque filosóficamente aplicaba la navaja de Ockham y, encima, la aplicaba mal. Cuando se le demostraba que estaba equivocado, Libreysoberano siempre recurría a dos estrategias de evasión: o afirmaba que el interlocutor no había entendido su teoría, o simplemente le insultaba de forma velada o incluso directamente. En los foros de e-ciencia generó varios hilos con el mismo tema, pero los moderadores los borraron por ser redundantes (casi spam) y sólo sobrevivió uno que generó más de 500 respuestas. Dicho hilo ya no está disponible para los usuarios de los foros de e-ciencia.com porque no se ajusta al espíritu del foro ni a las reglas. Afirmar tan alegremente como lo hace Libreysoberano (en adelante LYS) que creer o no en dios está determinado de forma exclusiva por la genética porque dios no existe, no sólo es pseudocientífico, sino además completamente ilógico. Veamos algunas razones:
1.- Niega la posibilidad de la existencia de dios (y su posible influencia en las capacidades intelectuales de las personas): esto se debe principalmente a que LYS se declara no como ateo, sino como superateo (según LYS un superateo es algo así como la persona que no cree en la existencia de dios porque ni siquiera conoce qué es el concepto de dios...), y por tanto, su pseudoteoría parte de sus propias creencias que no de sus conocimientos (de los cuales LYS ha demostrado que científicos tiene pocos por no decir nulos). Recordemos que no está demostrada científicamente la existencia o no existencia de dios, ya que no es una hipótesis falsable, y como tal no es asunto de la ciencia. Por tanto, un creyente es aquel que cree en la existencia de dios, un agnóstico es aquel que desconoce si existe o no dios, y un ateo es aquel que cree en la inexistencia de dios (al margen dejo que la posición más razonable desde un punto de vista crítico y escéptico es la atea o incluso la agnóstica). No estoy afirmando que dios exista o no, sino la falta de método científico que muestra LYS. Quiero decir que un científico no puede iniciar una teoría partiendo de una hipótesis no falsable, como por ejemplo diciendo que dios no existe y (por tanto ocurra A o B). Si LYS tuviera un mínimo criterio científico, un mínimo de lógica y de sentido común, directamente habría erradicado cualquier referencia a dios en su hipótesis de partida. Una hipótesis de trabajo correcta habría sido "Creer en entes imaginarios como dioses, hadas, enanitos verdes, etc está condicionado por los genes y el ambiente". Sin embargo, LYS prefirió partir de "Creer en dios está condicionado por la inexistencia de dios y exclusivamente por los genes". Mal, muy mal, porque ni existe demostración científica de la existencia o no de dios y por tanto meterla en una presunta teoría científica es hacer pseudociencia, ni se puede restringir un comportamiento humano exclusivamente a los genes.
2.- Considera erróneamente que el valor es una capacidad intelectual. En realidad, el valor es un comportamiento innato elaborado como respuesta a ciertos estímulos ambientales. Cuando se dan dichos estímulos el organismo puede reaccionar, siempre de forma innata, de dos maneras: con miedo y huyendo, o con valor y enfrentándose. Además, elegir una de las dos maneras está condicionado (modulado) también por lo aprendido y no sólo por los genes (una persona puede no tener miedo a algo y tras una mala experiencia con ese algo, cogerle miedo; sin embargo, las reacciones fisiológicas producidas por el miedo si estarían condicionadas genéticamente) Capacidades intelectuales son simplemente habilidades cognitivas, como el antiguo coeficiente de inteligencia, la comunicación verbal, la orientación espacial, etc. El valor no es una capacidad intelectual, sino un comportamiento completamente independiente. Por ello no puede ser incluido en el factor CIV que pasaría a ser factor CI.
3.- Niega la influencia de la información en el proceso de filiación intelectual. Esto obviamente representa una fallo de base en la teoría, pues en palabras del propio LYS:
Actualmente se hacen muchos estudios sobre el comportamiento entre familiares, hermanos, mellizos, gemelos, y personas no emparentadas. Esos estudios, además del parentesco también tienen en cuenta el ambiente y resulta muy útil, por poner un ejemplo, comparar comportamientos entre gemelos que viven en un mismo ambiente y gemelos que viven en ambientes distintos. De ello se obtienen resultados muy interesantes. Por ejemplo, las habilidades cognitivas generales (como el antiguo coeficiente de inteligencia IQ ahora llamado "g") durante la infancia están condicionadas en un 40% por los genes, un 25% por el ambiente compartido y un 25% por el ambiente no compartido, mientras que los adultos están condicionados en un 60% por la genética y un 35% por el ambiente no compartido (del ambiente compartido ya se ha aprendido todo). Y no estamos hablando de dos o tres marcadores genéticos sino de más de 150. De hecho, aquellos que estudian genética del comportamiento no suelen hablar de un gen suelto, sino de QTLs. Por su parte las habilidades cognitivas específicas se correlacionan moderadamente con las generales, y algunas tienen un mayor condicionamiento genético (como la verbal y la especial) mientras que otras lo tienen menor (como la memoria).
Adicciones como el alcoholismo o el tabaquismo han demostrado tener una influencia genética moderada y grandes diferencias entre sexos, ya que las mujeres presentan cuatro veces más predisposición genética al alcoholismo cuando tienen parientes alcohólicos en primer grado mientras que los hombres presentan sólo el doble. Sin embargo, en el caso de gemelos y mellizos son los hombres los que tienen una predisposición genética algo mayor. El comportamiento antisocial en la adolescencia está condicionado genéticamente en un 10% y se eleva hasta el 40% en la fase adulta; mientras que el ambiente compartido pasa de un 40% a un 10% y el ambiente no compartido se mantiene constante en un 50%. Además las mujeres tienen el doble de predisposición genética que los hombres cuando ambos tienen parientes antisociales.
Con estos ejemplos quiero reseñar que cuando se analiza el comportamiento de las personas se ve claramente que está condicionado por la genética y el ambiente. En algunos casos hay mayor condicionamiento genético que ambiental, y en otros casos es al revés. En algunos casos hay comportamientos que dependen de un sólo gen (no recuerdo que haya ninguno descrito en humanos pero sí en drosofilas), pero en la inmensa mayoría de los casos los comportamientos dependen de muchos genes. Y, por supuesto, del ambiente. No debemos nunca olvidar que todo comportamiento es fenotipo, y como tal, es el resultado de la expresión del genotipo en un ambiente determinado. Tampoco debemos olvidar la gran importancia que tiene en los humanos todo aquello que ven, leen, escuchan, etc. en el aprendizaje.
Hace un par de años, en los foros de e-ciencia.com (en aquel entonces eran aún 100cia.com), apareció un individuo llamado Libreysoberano con una pseudoteoría cuanto menos curiosa. Según este sujeto, creer o no creer en la existencia de uno o varios dioses (así como todos los conceptos ligados a lo anterior, como el alma, los fantasmas, etc.) depende única y exclusivamente de tres capacidades, según él "intelectuales", que son la curiosidad, la inteligencia y el valor. Al conjunto de estas tres capacidades lo llamó en un arrebato de originalidad "factor CIV". Libreysoberano jamás presentó prueba científica alguna de cuanto afirmaba y reconocía que su pseudoteoría no requería demostración científica porque filosóficamente era, según él, correcta, insisto en que siempre según su opinión, porque filosóficamente aplicaba la navaja de Ockham y, encima, la aplicaba mal. Cuando se le demostraba que estaba equivocado, Libreysoberano siempre recurría a dos estrategias de evasión: o afirmaba que el interlocutor no había entendido su teoría, o simplemente le insultaba de forma velada o incluso directamente. En los foros de e-ciencia generó varios hilos con el mismo tema, pero los moderadores los borraron por ser redundantes (casi spam) y sólo sobrevivió uno que generó más de 500 respuestas. Dicho hilo ya no está disponible para los usuarios de los foros de e-ciencia.com porque no se ajusta al espíritu del foro ni a las reglas. Afirmar tan alegremente como lo hace Libreysoberano (en adelante LYS) que creer o no en dios está determinado de forma exclusiva por la genética porque dios no existe, no sólo es pseudocientífico, sino además completamente ilógico. Veamos algunas razones:
1.- Niega la posibilidad de la existencia de dios (y su posible influencia en las capacidades intelectuales de las personas): esto se debe principalmente a que LYS se declara no como ateo, sino como superateo (según LYS un superateo es algo así como la persona que no cree en la existencia de dios porque ni siquiera conoce qué es el concepto de dios...), y por tanto, su pseudoteoría parte de sus propias creencias que no de sus conocimientos (de los cuales LYS ha demostrado que científicos tiene pocos por no decir nulos). Recordemos que no está demostrada científicamente la existencia o no existencia de dios, ya que no es una hipótesis falsable, y como tal no es asunto de la ciencia. Por tanto, un creyente es aquel que cree en la existencia de dios, un agnóstico es aquel que desconoce si existe o no dios, y un ateo es aquel que cree en la inexistencia de dios (al margen dejo que la posición más razonable desde un punto de vista crítico y escéptico es la atea o incluso la agnóstica). No estoy afirmando que dios exista o no, sino la falta de método científico que muestra LYS. Quiero decir que un científico no puede iniciar una teoría partiendo de una hipótesis no falsable, como por ejemplo diciendo que dios no existe y (por tanto ocurra A o B). Si LYS tuviera un mínimo criterio científico, un mínimo de lógica y de sentido común, directamente habría erradicado cualquier referencia a dios en su hipótesis de partida. Una hipótesis de trabajo correcta habría sido "Creer en entes imaginarios como dioses, hadas, enanitos verdes, etc está condicionado por los genes y el ambiente". Sin embargo, LYS prefirió partir de "Creer en dios está condicionado por la inexistencia de dios y exclusivamente por los genes". Mal, muy mal, porque ni existe demostración científica de la existencia o no de dios y por tanto meterla en una presunta teoría científica es hacer pseudociencia, ni se puede restringir un comportamiento humano exclusivamente a los genes.
2.- Considera erróneamente que el valor es una capacidad intelectual. En realidad, el valor es un comportamiento innato elaborado como respuesta a ciertos estímulos ambientales. Cuando se dan dichos estímulos el organismo puede reaccionar, siempre de forma innata, de dos maneras: con miedo y huyendo, o con valor y enfrentándose. Además, elegir una de las dos maneras está condicionado (modulado) también por lo aprendido y no sólo por los genes (una persona puede no tener miedo a algo y tras una mala experiencia con ese algo, cogerle miedo; sin embargo, las reacciones fisiológicas producidas por el miedo si estarían condicionadas genéticamente) Capacidades intelectuales son simplemente habilidades cognitivas, como el antiguo coeficiente de inteligencia, la comunicación verbal, la orientación espacial, etc. El valor no es una capacidad intelectual, sino un comportamiento completamente independiente. Por ello no puede ser incluido en el factor CIV que pasaría a ser factor CI.
3.- Niega la influencia de la información en el proceso de filiación intelectual. Esto obviamente representa una fallo de base en la teoría, pues en palabras del propio LYS:
La educacion o el conocimiento (datos, informacion) nada tienen que ver con las Filiaciones Intelectuales.
[....]
la capacidad de la Curiosidad, la cual le despierta la actitud de conocer, de investigar, de saber sobre ese concepto llamado Dios...
Y aquí surge la contradicción: si los datos y la información nada tienen que ver con las filiaciones intelectuales, entonces ¿por qué la curiosidad si tiene que ver cuando su propósito y función es precisamente la recopilación de datos e información? La conclusión se cae por su propio peso: si los datos y la información nada tienen que ver con las filiaciones intelectuales, entonces la curiosidad (con función recopilatoria de datos) no pinta nada como factor influyente en las mismas, por lo que debe ser descartado del factor CIV. Si antes nos quedaba el factor CI, ahora sólo nos queda el factor I.
4.- Incluye la inteligencia como capacidad intelectual capaz de determinar la filiación intelectual. Sin embargo, nos encontramos con una nueva contradicción: si los datos y la información no influyen en la filiación intelectual, y además tenemos que, y cito de nuevo a LYS:
Así mismo esta persona tiene la capacidad de la Inteligencia para formular juicios lógicos verdaderos y analizar las características y la posible existencia de este singular Ser que encierra el concepto llamado Dios.
Entonces ¿para que es necesaria la inteligencia si su función es la interpretación y emisión de juicios lógicos a partir de los datos y la información cuando estos dos últimos no influyen en la filiación? Por tanto, la inteligencia tampoco debe formar parte del factor CIV. De CIV ha pasado a CI, de CI a I, y ahora de I a nada.
5.- Otro error de base:
Así mismo esta persona tiene la capacidad de la Inteligencia para formular juicios lógicos verdaderos
Efectivamente, una persona puede formular juicios lógicos verdaderos, pero también puede formular juicios lógicos falsos por muy inteligente que sea. Desde la base niega la posibilidad de que el sujeto pueda emitir juicios lógicos falsos, lo cual es de nuevo un error en esta pseudoteoría. Otra cosa sería decir que una persona inteligente tiene menos probabilidad de realizar juicios lógicos falsos, pero LYS directamente descarta tal posibilidad. El único ente infalible capaz de emitir siempre juicios lógicos verdaderos es dios... si es que existe. Lo cual nos lleva a una curiosa e irónica paradoja: solo dios puede mediante un juicio lógico verdadero (pues dios es presuntamente infalible y todopoderoso), verificar su propia existencia... tremebundo... (¿es necesario que repita que la existencia o no de dios es una hipótesis no falsable y por tanto no es asunto de la ciencia?)
6.- Dogmatismo: la pseudoteoría de LYS no admite réplica ni demostración científica, y esto es algo que cualquiera puede comprobar con sólo observar su reacción cuando se le presentan una y otra vez contradicciones y errores en sus argumentos. Su salida siempre es decir "no has entendido mi teoría" y si el interlocutor dice que sí, entonces el responde con un "no has entendido mi teoría porque sólo he publicado en mi blog el 10%" y si el interlocutor insiste en que ha entendido ese 10% entonces LYS pasa a los insultos, las faltas de respeto, y las falacias ad hominem. Claro que tampoco se puede esperar mucho de la catadura moral de un tipo que llama "mongolitos" a los afectados por el Síndrome de Down.
7.- Simplismo... ¿simplismo?: esta pseudoteoría es defendida por su autor en parte por su sencillez pero de ahí surge la crítica: no es tan sencilla como LYS pretende hacer ver ya que aplica la navaja de Ockham de forma errónea sin contar con que tal criterio filosófico (que no científico) no siempre es el correcto. Por otro lado, aún suponiendo que hubiera aplicado de forma correcta la navaja, explicar los procesos de filiación intelectual sólo con el factor CIV es demasiado simple y erróneo debido a que no tiene en cuenta multitud de factores (datos, experiencias vividas, cultura, educación, etc.) que sí influyen verdaderamente en las filiaciones intelectuales como así demuestra la genética del comportamiento. Como la pseudoteoría no cuenta con ello se convierte en un cuento... chino.
Resumiendo: la pseudoteoría de LYS sobre el factor CIV carece de base, lógica, fundamento y sentido común por una cuestión sencilla: según LYS los datos proporcionados por la educación y el conocimiento no puede determinar la filiación intelectual, esto es, que una persona crea o no en dios. Si los datos no pueden determinar tal filiación, entonces de nada sirve ser curioso, ya que la curiosidad lo que hace es recopilar datos y éstos, según LYS, no sirven de nada. Tampoco sirve la inteligencia, puesto que ésta se encarga de interpretar esos datos y tomar una decisión a partir de ellos, pero como los datos no sirven, la inteligencia es completamente prescindible. Por supuesto, el valor, dejando de lado que es un comportamiento y no una capacidad intelectual, no sirve para tomar una decisión en función de los datos que la curiosidad le ha aportado a la inteligencia, ya que los datos, como dice LYS, no pueden determinar la filiación intelectual. Así nos queda que el factor CIV es completamente erróneo e ilógico ya que no tiene en cuenta la utilidad de los datos.
¿Qué pasaría si LYS aceptara que los datos sí pueden determinar la filiación intelectual? Pues pasaría que el factor CIV sería completamente prescindible porque: a) no hace falta ser curioso para obtener datos, b) no hace falta ser inteligente para interpretarlos, c) no hace falta ser valiente para aceptarlos. Mentalmente, creer en dios, en las hadas o que los extraterrestres nos visitan; todos esos casos tienen el mismo proceso mental: creer en algo, tener fe. Y esa fe sólo puede expresarse cuando hay una experiencia previa o varias ligadas a una exposición al concepto de dios (o de hadas o de enanitos verdes o de...). Hay gente muy curiosa, inteligente y valiente que cree en dios y otros que no, del mismo modo que hay tontos de capirote nada curiosos y cobardicas a más no poder que creen en dios... y otros que no. Creer depende de la educación recibida, de los conocimientos adquiridos, de las experiencias vividas... ¿Puede tener algún efecto el ser más o menos curioso, inteligene o valiente? Claro que sí, al igual que el ser más o menos sensible, romántico, buena persona, simpático, extrovertido, tolerante y, entre otras muchas cosas, incluso, que te gusten más o menos los macarrones con tomate. ¿Puede tener una predisposición genética? Seguramente la tendrá, pero como hemos visto antes, la genética no es suficiente: hace falta el ambiente.
Así que, mi querido lector, si navegando aparece algún texto de Libreysoberano, algún comentario, algún debate foril, hay que tener muy presente que lo que LYS defiende es pseudociencia pura y dura, no tiene base científica de ninguna clase, y no hay que dejarse engañar por este charlatán. Del mismo modo que hay gente que tiene fe en que dios existe y escucha sus plegarias, Libreysoberano tiene fe en que dios no existe, y tiene fe en que su factor CIV lo puede todo... pero, como dice un famoso médico televisivo:
6.- Dogmatismo: la pseudoteoría de LYS no admite réplica ni demostración científica, y esto es algo que cualquiera puede comprobar con sólo observar su reacción cuando se le presentan una y otra vez contradicciones y errores en sus argumentos. Su salida siempre es decir "no has entendido mi teoría" y si el interlocutor dice que sí, entonces el responde con un "no has entendido mi teoría porque sólo he publicado en mi blog el 10%" y si el interlocutor insiste en que ha entendido ese 10% entonces LYS pasa a los insultos, las faltas de respeto, y las falacias ad hominem. Claro que tampoco se puede esperar mucho de la catadura moral de un tipo que llama "mongolitos" a los afectados por el Síndrome de Down.
7.- Simplismo... ¿simplismo?: esta pseudoteoría es defendida por su autor en parte por su sencillez pero de ahí surge la crítica: no es tan sencilla como LYS pretende hacer ver ya que aplica la navaja de Ockham de forma errónea sin contar con que tal criterio filosófico (que no científico) no siempre es el correcto. Por otro lado, aún suponiendo que hubiera aplicado de forma correcta la navaja, explicar los procesos de filiación intelectual sólo con el factor CIV es demasiado simple y erróneo debido a que no tiene en cuenta multitud de factores (datos, experiencias vividas, cultura, educación, etc.) que sí influyen verdaderamente en las filiaciones intelectuales como así demuestra la genética del comportamiento. Como la pseudoteoría no cuenta con ello se convierte en un cuento... chino.
Resumiendo: la pseudoteoría de LYS sobre el factor CIV carece de base, lógica, fundamento y sentido común por una cuestión sencilla: según LYS los datos proporcionados por la educación y el conocimiento no puede determinar la filiación intelectual, esto es, que una persona crea o no en dios. Si los datos no pueden determinar tal filiación, entonces de nada sirve ser curioso, ya que la curiosidad lo que hace es recopilar datos y éstos, según LYS, no sirven de nada. Tampoco sirve la inteligencia, puesto que ésta se encarga de interpretar esos datos y tomar una decisión a partir de ellos, pero como los datos no sirven, la inteligencia es completamente prescindible. Por supuesto, el valor, dejando de lado que es un comportamiento y no una capacidad intelectual, no sirve para tomar una decisión en función de los datos que la curiosidad le ha aportado a la inteligencia, ya que los datos, como dice LYS, no pueden determinar la filiación intelectual. Así nos queda que el factor CIV es completamente erróneo e ilógico ya que no tiene en cuenta la utilidad de los datos.
¿Qué pasaría si LYS aceptara que los datos sí pueden determinar la filiación intelectual? Pues pasaría que el factor CIV sería completamente prescindible porque: a) no hace falta ser curioso para obtener datos, b) no hace falta ser inteligente para interpretarlos, c) no hace falta ser valiente para aceptarlos. Mentalmente, creer en dios, en las hadas o que los extraterrestres nos visitan; todos esos casos tienen el mismo proceso mental: creer en algo, tener fe. Y esa fe sólo puede expresarse cuando hay una experiencia previa o varias ligadas a una exposición al concepto de dios (o de hadas o de enanitos verdes o de...). Hay gente muy curiosa, inteligente y valiente que cree en dios y otros que no, del mismo modo que hay tontos de capirote nada curiosos y cobardicas a más no poder que creen en dios... y otros que no. Creer depende de la educación recibida, de los conocimientos adquiridos, de las experiencias vividas... ¿Puede tener algún efecto el ser más o menos curioso, inteligene o valiente? Claro que sí, al igual que el ser más o menos sensible, romántico, buena persona, simpático, extrovertido, tolerante y, entre otras muchas cosas, incluso, que te gusten más o menos los macarrones con tomate. ¿Puede tener una predisposición genética? Seguramente la tendrá, pero como hemos visto antes, la genética no es suficiente: hace falta el ambiente.
Así que, mi querido lector, si navegando aparece algún texto de Libreysoberano, algún comentario, algún debate foril, hay que tener muy presente que lo que LYS defiende es pseudociencia pura y dura, no tiene base científica de ninguna clase, y no hay que dejarse engañar por este charlatán. Del mismo modo que hay gente que tiene fe en que dios existe y escucha sus plegarias, Libreysoberano tiene fe en que dios no existe, y tiene fe en que su factor CIV lo puede todo... pero, como dice un famoso médico televisivo:
La fe no se basa en la lógica, ni en la experiencia.Dr. House
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