viernes, 11 de septiembre de 2009

Clavos en la cabeza

Transcribo a continuación la última e imperdible entrada de RinzeWind en las Penas del Agente Smith:






Sí, es un clavo. La persona que lo tenía incrustado en el cráneo sigue viva, para lástima de nominación a los premios Darwin. La imagen está sacada de este PDF de una carta enviada al Singapore Medical Journal, y corresponde a la radiografía de una mujer de 45 años que llevaba una década sufriendo dolores de cabeza. Sus familiares la llevaron a un tántrico (imagino que ése será el término en castellano) que procedió a clavar el clavo en la cabeza para librarla del mal augurio. La mujer cayó inconsciente y hubo que operar.

Dos pensamientos al respecto:


  • Las creencias en lo paranormal no le hacen daño a nadie. Respuesta: los cojones (ver primer párrafo de este artículo). Aunque este caso se refiere a una experiencia personal, los pesados anti-vacunación, por poner un ejemplo, ponen en peligro no solamente a sus hijos con sus necedades, sino a toda la población.

  • Atreviéndome a hipotetizar sin saber nada más del caso, uno de los motivos que lleva a la gente a probar remedios absurdos es la frase mágica que muchas veces sale de boca de un conocido: a mí me funciona. Y así, la evidencia anecdótica, personal y subjetiva se vende como prueba final de la efectividad de un determinado remedio. A mí me acertaron el futuro echándome las cartas y la homeopatía me curó el resfriado.

Y a mí me quitaron el dolor de cabeza a martillazos.

(Visto en Mindhacks.)

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