
Una viñeta de Mauro Entrialgo.
Hay que ser gilipollas para comprar un CD en una tienda teniendo Internet.David Summers, líder de la banda Hombres G.
Un fluido no newtoniano es aquél cuya viscosidad varía con la tensión cortante que se le aplica. Como resultado, un fluido no-newtoniano no tiene un valor de viscosidad definido y constante, a diferencia de un fluido newtoniano.
Aunque el concepto de viscosidad se usa habitualmente para caracterizar un material, puede resultar inadecuado para describir el comportamiento mecánico de algunas sustancias, en concreto, los fluidos no newtonianos. Estos fluidos se pueden caracterizar mejor mediante otras propiedades reológicas, propiedades que tienen que ver con la relación entre el esfuerzo y los tensores de tensiones bajo diferentes condiciones de flujo, tales como condiciones de esfuerzo cortante oscilatorio.
Un ejemplo barato y no tóxico de fluido no newtoniano puede hacerse fácilmente añadiendo almidón de maíz en una taza de agua. Se añade el almidón en pequeñas proporciones y se revuelve lentamente. Cuando la suspensión se acerca a la concentración crítica es cuando las propiedades de este fluido no newtoniano se hacen evidentes. La aplicación de una fuerza con la cucharilla hace que el fluido se comporte de forma más parecida a un sólido que a un líquido. Si se deja en reposo recupera su comportamiento como líquido. Se investiga con este tipo de fluidos para la fabricación de chalecos antibalas, debido a su capacidad para absorber la energía del impacto de un proyectil a alta velocidad, pero permaneciendo flexibles si el impacto se produce a baja velocidad.
Christians, why is it your sad devotion to that ancient religion...
...has not helped you conjure up the stolen data tapes, or given you clairvoyance enough to find the rebels' hidden fortress?
I find your lack of trolling ability disturbing...
Shadow respondidos:
También es palabra de dios el tener esclavos. ¿Cuántos tenéis? También es palabra de dios que hay que lapidar hasta la muerte a aquel que lleve ropa hecha con dos tejidos distintos. Seguro que todos vosotros vestís ropa con un % de algodón y otro % de poliester: ¿cuándo os váis a lapidar? Es que, si hay que hacer caso a la palabra de dios con la homosexualidad, habrá que hacerlo también con lo demás. ¿Alguien quiere venderme a su hermana como esclava? Podéis hacerlo, es palabra de dios…
Un consejo, por vuestro propio bien: esa palabra de dios, seais cristianos, evangélicos o raelianos o lo que os de la gana, no deberíais considerarla de forma literal, porque entonces nada os diferenciará de los talibanes. La homosexualidad no es antinatural, es algo tan natural como la heterosexualidad. Lo que si es moralmente reprochable es obligar a los demás a tener una tendencia u otra. Si vosotros no queréis que un homosexual os imponga su conducta sexual, no tratéis de imponerle la vuestra.
Os olvidáis siempre de lo más importante, el verdadero mensaje de jesus: ama a tu prójimo como a ti mismo. Si odiais a los homosexuales, si fomentais el odio y la discriminación hacia ellos, si les considerais pecadores, si realmente pensais que dios, en su omnipotencia y magnanimidad va a enviarlos al infierno en lugar de perdonarlos, pues el trabajo de dios es perdonar, entonces tenéis un verdadero problema con vuestra fe y vuestra moral.
La ciencia no busca lo mismo que la religión, aunque muchos penséis que os está recortando terreno. Igual lo que ocurre es que la religión tenía el pie sobre terreno que no debería estar.
Las creencias de su familia impiden que un menor se someta a quimioterapia
Daniel Hauser. (Imagen: ARCHIVO)
- Su familia pertenece a un grupo espiritual que cree en la curación natural como parte esencial de la orientación espiritual de la persona.
- Los médicos han dicho que sin quimioterapia, las posibilidades de que el pequeño salve su vida son muy pocas.
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20MINUTOS.ES. 10.05.2009 - 17:55hColleen Hauser, una mujer de Sleepy Eye (Minnesota), no quiere que su hijo de 13 años se someta a quimioterapia, algo, que según ha dicho, iría en contra de las creencias familiares. La familia Hauser pertenece al Grupo Espiritual Nemenhah, que cree en la curación natural como parte esencial en la orientación espiritual de la persona.
Sin embargo, la quimioterapia, según han dicho los médicos, es lo único que podría salvar la vida del pequeño Daniel Hauser. Los mismos médicos han asegurado que sin tratamiento lo más probable es que el chico muera. A pesar de ello, la familia del pequeño insiste, "Danny también ha tomado su decisión y no lo hará", ha dicho su madre.
La familia Hauser pertenece al Grupo Espiritual Nemenhah, que cree en la curación naturalEl pasado viernes 8 de mayo se celebraba la jornada de puertas abiertas de un proceso judicial que podría obligar al menor a someterse al tratamiento , según informan en StarTribune.com. La señora Hauser mantuvo, en declaraciones ante el tribunal, el argumento de sus creencias; y aseguró que desobedecerán cualquier resolución que obligue a su hijo a reanudar las sesiones de quimioterapia.Daniel fue diagnosticado en enero, de padecer el linfoma no Hodgkin, un cáncer del sistema linfático. Su familia está decidida a utilizar remedios naturales como hierbas y vitaminas, antes de recurrir al tratamiento convencional de quimioterapia.
Los médicos han asegurado que sin tratamiento lo más probable es que el chico mueraDurante la jornada de puertas abiertas y encontrándose el menor en la sala, su primer oncólogo, el Doctor Bruce Bostrom del Children´s Hospitals and Clinics en Minneapolis, dijo ante el tribunal, que "sus posibilidades de sobrevivir sin el tratamiento serían del 5%". Daniel abandonó la sala poco después y ya no regresó. El sábado 9 de mayo, el pequeño testificó en una sesión cerrada, después de que su abogado declarase que "no se siente cómodo de tener que hacerlo en público".Apoyo para la familia
Durante la tensa jornada celebrada el 8 de mayo, familiares y defensores de la medicina natural acudieron a manifestar su apoyo a los Hauser, aunque no pudieron entrar con sus pancartas en el juzgado.
Después de la vista, los familiares de Daniel no quisieron hablar con la prensa, y fue Dan Zwakman, miembro del grupo Nemenhah, el que actuó de portavoz argumentando que se trata de un caso de libertad religiosa, "Nuestra religión es nuestra medicina", declaró.
El jueves 1º de junio enciendo el televisor y me encuentro, en la 2 de Televisión Española, una toma en la que se presenta un escenario enorme delimitado por tres megapantallas que, en un delirio de modestia y discreción, presentan el nombre "Jodorowsky" en letras de al menos dos metros de alto. Al centro del escenario aparece en una sillita un personaje que habla cansinamente soltando lugares comunes del new age, reciclajes de Paulo Coelho, trozos de Juan Salvador Gaviota para bobos, y lo reconozco como Alejandro Jodorowsky...
La televisión española le ha pagado dinero público a un vividor que, no exento de valor artístico (como veremos), se ocupa desde hace años de hacerse de oro con la más basta y chupaflautera charlatanería, la venta de un delirio llamado "sicomagia". Es el programa llamado Carta Blanca, supuestamente dedicado a personajes de la cultura y donde distintos presentadores no profesionales harán lo que quieran durante 90 minutos cada uno.
Ésta es la oportunidad de Alejandrito, que además es pesado, pesado, pesado... como siempre, lo conozco hace años... pedante de mundial de pedantes, soberbio hasta la autoadoración, lo bastante arrogante como para decir que el tarot sólo lo entiende él (pero usted puede comprar un tarot diseñado por él, aunque ya le dijo que de todos modos usted es un idiota que no va a entender un carajo), el elegido de la "sicomagia" y, según versión proporcionada por él, un sujeto de una inteligencia preclara y una capacidad artística incomprendida por un mundo de patanes, un genio sólo comparable a un paquete que incluyera a Salvador Dalí, André Breton, Albert Einstein y Johann Sebastian Bach.
Pero todo tiene un principio.Alejandro Jodorowsky en México
Cuando yo era un chaval, la escena de la intelectualidad mexicana dejaba espacio para muchos simuladores y farsantazos. Uno del montón de simuladores con la cabeza llena de aire que se fingían supermodernos era el joven dramaturgo y seudofilósofo seudooriental Alejandro Jodorowsky, desembarcado en México desde Chile, donde nació en el pueblo de Tocopilla, lo que en la delirante interpretación Jodorowskyana lo "predestinó" porque el tal pueblo está en el paralelo 22 y el tarot tiene 22 arcanos mayores.
Lo repito, porque vale oro molido para entender la enorme dureza de rostro de Alejandro Jodorowsky: estaba predestinado para ser tarotista porque el tarot tiene 22 arcanos mayores y el pueblo de Tocopilla está en el paralelo 22.
Así, hijos míos, se justifica cualquier loquera del mundo. Puede sacar conclusiones así con cualquier número imaginable.
Y venga a divertirse, siempre que sea cobrando.
En México, Jodorowsky hizo algunas cosas interesantes en teatro (su obra ingenuojipiteca El juego que todos jugamos o la dirección de El diario de un loco con el gran actor Carlos Ancira, en la que la obra de Gogol y la excelente actuación de Ancira valieron seguramente más que su dirección), dibujaba un cómic seudoorientalista harekrishnero yogopédico ("Fábulas pánicas") en el diario de la ultraderecha (El Heraldo) y buscaba la fama a como diera lugar.
Entre 1968 y 1973, alcanzó renombre (como pedantazo seudovanguardista) con tres películas lamentables: Fando y Lis, basada vagamente en ua obra de Fernando Arrabal y que logró escandalizar a los asistentes al festival de cine de Acapulco (que era lo único que pretendía), la mil veces peor El Topo, que para remate lo llevaba a él de protagonista como héroe de western subdesarrollado y a su hijo Brontis como soprotagonista infantil, y la absolutamente infumable: La montaña sagrada con más parientes suyos en nómina.
Para júbilo de los mexicanos, Alejandro decidió poco después irse a Francia, donde tuvo una carrera no despreciable como guionista de comic en la revista Metal Hurlant, pero volvió a México en 1989 para perpetrar una cuarta película, Santa Sangre, donde ahora nos asestó a sus hijos Adán y Axel como protagonistas y a otros de sus parientes en el elenco, estuvo implicado en alguna de las adaptaciones de la novela "Dune" al cine (su versión fue tirada a la basura por el productor De Laurentiis) y se ocupó de desarrollar lo que él llama "sicomagia".Cualquier ocurrencia cura, porque lo digo yo
Alejandro Jodorowsky, como se diría en los años 60, "se quedó en el viaje", frase que se utilizaba con cierta frivolidad para indicar a los jóvenes que nunca se recuperaban de una experiencia o "viaje" con psilocibina, peyote, hongos, LSD o cualquier otro psicodisléptico alucinógeno. Muchos de los que vivimos esa época conocimos a alguno de esos jóvenes que, creyéndose que "expandían su conciencia" metiéndose potentes sustancias peligrosísimas y descontroladas (pero muy "naturales"), acabaron en un siquiátrico de por vida o cuando menos se frieron el cerebro con gran eficacia.
En lo artístico y en lo filosófico, pues, Jodorowsky se quedó en el viaje del happening sesentero de vanguardia fácil, esa actitud adolescente llamada pour épater la bourgeoisie, o "para dejar estupefacta a la burguesía", o para escandalizar a las buenas conciencias, que es lo mismo, con algunos elementos simples: 1. Herejía anticristiana, mucha y de carácter basto y poco sutil, con referencias que sean indudablemente ofensivas para los creyentes, 2. Uso explotador de personas deformes, dementes, discapacitadas, mutiladas o excesivamente delgadas, gordas, altas o bajas, 3. Sexo, mucho, con abundantes referencias vagamente sicoanalíticas y de preferencia con toques sadomasoquistas, incestuosos o prohibidos de otra forma que también ponen de pestañas a las antedichas "buenas conciencias", 4. Sangre a cubetadas, resultado de potente violencia sin más motivo que su efectismo visual, y si posible una buena cantidad de mierda, personas defecando y cosas así de profundas, 5. Situaciones absurdas concatenadas sin motivo alguno, fingiendo significado donde obviamente no lo hay (acá siempre tuve la impresión de que estos pobres pensaban que el teatro del absurdo, como la maravillosa Esperando a Godot de Beckett, en realidad no significaba nada, y que bastaba juntar cosas absurdas a lo orate para ser "profundo" y merecer reconocimiento; la historia ha concluido que Beckett y Ionesco son unos genios del teatro y los imitadores como Jodorowsky y Arrabal son unos intrascendentes condenados al olvido).
Fuera de esos 5 puntos, no hay nada de sustancia, de interés, de profundidad. Allí llegó el rollo Jodorowskyano y allí se momificó hacia 1970, lo cual en esos años, en plena época hippie de revolución sexual, de rebeldía política y de verdaderos genios que hacían cosas extravagantes más o menos parecidas pero muy bien (como Dalí) era asunto cumplido y bastante para hacer famoso a un chaval desvergonzado y obsesionado, pero que hoy en día no da para hacer arte ni "magia" que valga un pepino.
Jodorowsky y el "movimiento pánico" que generó junto con Fernando Arrabal, Topor y otros, se basaron en su visión peculiar del simbolismo, dada su creencia inamovible en el sicoanálisis (y cierta envidia por haber nacido demasiado tarde para ser surrealistas, me atrevo a suponer), asunto que puede estar muy bien para un artista que pretende encontrar símbolos para provocar ciertas emociones pero que cuando se vende para "curar" personas con problemas emocionales graves, preocupaciones o situaciones psiquiátricas es de una irresponsabilidad sublime.Cómo ser engreído y llenarse de plata en el intento
La idea detrás de la "sicomagia" es que, según Jodorowsky, todo el mundo tiene exactamente el mismo imaginario simbólico sexual-sanguinario-freaky-copromítico que distingue a Jodorowsky. Ésta es la base, porque determina, por dogma de fe, que Jodorowsky entiende la mente humana mejor que nadie, es la "mente humana" arquetípica y perfecta, en la que cabe la mente de todos los demás, y por ello es precisamente Jodorowsky el elegido para inventar los rituales simbólicos que curarán los males de las personas. Así, Jodorowsky (y sus parientes, que cobran en la misma nómina y siempre viajan en manada) son los únicos sicomagos de verdad (o al menos eso afirmó durante décadas, ahora al parecer da clases a sicomagos), son los que saben qué ritual externo será "entendido" por el "inconsciente" (y aquí sigue sin haber demostración de la existencia del inconsciente, como no la hay de su hermano, el subconsciente) para "curar" al paciente.
(Antes, el irresponsable Jodorowsky trató de curar enfermedades de verdad, incluso haciéndole al cirujano psíquico, porque lo impresionó cierta famosa farsante mexicana, la bruja Pachita, cuyo hijo hacía supuestas operaciones síquicas más falsas que un euro con la jeta de Jodorowsky, pero el resultado fue lamentable y, como el chileno es un orate pero no un tonto, se dio cuenta de que por ese camino podía acabar en la trena, en chirona, en el frescobote, en cana, adentro, así que ahora se ocupa de males del corazón menos sujetos a responsabilidades ante los tribunales.)
La "sicomagia" jodorowskyana, hay que repetirlo, se apoya en enormes cantidades de rollos sicoanalíticos que nadie ha demostrado pero que el ignorantazo Jodorowsky no sólo cree a pie juntillas, sino que ¡confunde con la psiquiatría!: traumas, inconsciente, psicoanálisis, complejo de Edipo, sublimaciones, y unas obsesiones sexuales que dan cierto patetismo a la figura del chileno si es que él las tiene. Pero no es sólo sicoanálisis, es el sicoanálisis peculiar según Jodorowsky, o sea que si usted tiene problemas emocionales puede elegir entre acudir a un psicólogo, a un psiquiatra o a un actor y director de cine con delirios místicos que en su puta vida estudió nada de comportamiento, neurociencias, sueño, neuroquímica o psiquiatría.
La elección es obvia, ¿no?
¿Cómo es un ritual simbólico surgido de la absurda mente de alguien que se quedó en la sicodelia simplona de los años 60 para asustar a sus papás y demostrarles que es un rebeldote de ultravanguardia, cómo es este ejemplo de pensamiento desordenado en toda su fuerza? Por ejemplo, a una viuda trista que nunca tuvo hijos le hizo la "recomendación sicomágica" (forma elegante de decir que le soltó la primera estupidez mamerta que le salió del frito encéfalo) que consiguiera un huevo fértil de gallina y se lo metiera en la vagina hasta que naciera el pollito, con lo cual, supone el orate Jodorowsky, ella "sabrá" lo que es traer una vida al mundo y ya no estará triste por ser una viuda sin hijos.
¿Juát? ¿Qué coños tiene que ver el empollar un huevo de gallina en la vagina (con todo lo poco higiénico y poco probable que evidentemente es para la gente normal) y expeler un pollito medio ahogado con tener un hijo de verdad humano, propio, con futuro, y amarlo, disfrutarlo, educarlo, verlo crecer? Pues obviamente nada, pero Alejandro se queda convencido de que es un genio. ¿Ha demostrado alguna vez Jodorowsky que esa "curación" realmente es lo mejor para darle la paz emocional y espiritual a una viuda triste que no tuvo hijos? No, pero qué importa si lo puede hacer, escribirlo en un libro e impresionar a sus posibles compradores...
Así tiene y difunde como "sicomagia" cualquier cantidad de delirios simbólicos: que la impotencia y la eyaculación precoz se curan robándole la ropa a mamá y diciéndole a la amante que se ponga la ropa de mamá para proceder al coito, con lo cual, cree Jodorowsky sin tener ninguna necesidad de demostrarlo, se "sublima" el supuesto "complejo de Edipo" resultado del incesto que él cree que está presente en "todas" las familias. ¿Cómo lo sabe? No lo dice (uno sospecha que no lo sabe, le da igual, le basta creerlo). ¿Puede demostrarlo? Ni de coña.
No abundaremos sobre su otro ritual sicomágico simbólico que implica recomendar, en televisión y cobrando dinero de verdad de los contribuyentes españoles, cagarse literalmente en la tumba de los abuelos para luego limpiarla y perfumarla. (Pregúntese usted si el tal Jodorowsky lo habrá hecho alguna vez, y la respuesta le dará una medida de la honestidad de este autoproclamado "sicomago".)Mentir por dinero es ser sicomágico
Pero todo esto no sería sino un delirio de un farsante ambicioso o una condición psiquiátrica digna de atención si no fuera porque Jodorowsky, con los rollos adicionales del sicochamanismo y la sicogenealogía (él ve su árbol genealógico y le diagnostica sus enfermedades, en serio) se ocupa constantemente de mentir para darse lustre. En 1997 ya alucinaba que "Los científicos creen que ellos van a arreglar el mundo, pero son los artistas quienes pueden curar a la gente", con ese desprecio a la ciencia propio del que nada sabe de ella. Cuando fue a México, en 1999, a presentar uno de sus libros de "sicomagia", lo entrevistó mi brother César Güemes (fino periodista cultural), soltó que: "Voy a modificar un poco las cosas a partir del concepto del sicochamanismo, pero ya con asesoramiento de médicos. Ese es el siguiente paso". Hoy, en 2006, sigue sin aparecer un médico de verdad que avale los delirios siconegociantes, sicofumados y sicoengreídos de Jodorowsky, ¿lo dudaba usted?. Pero luego Alejandro se va a Chile y allí resulta que en México en vez de presentar un libro, le había dado un curso de "sicomagia" a docenas de médicos y sicoanalistas... ¡cosa de la que nadie se enteró en México!
Sus frases no tienen desperdicio: "...admiro y aprecio a los charlatanes, porque curan. Un charlatán cura más que un médico, porque a veces los médicos envenenan..."
Si usted entiende esto, explíquemelo, es decir, "a veces" los médicos "envenenan" (podría ser, ser médico no es garantía de no cometer errores), y ésta es la razón, la causa, la explicación de que un charlatán cure más que un médico... ¡no seas payaso, Jodorowsky!
En el programa, que se suponía que era de entrevistas, pero no se fije usted mucho, Jodorowsky ofreció algo de la estética arriba delineada, los cinco puntos con la participación entusiasta y cobrando (como siempre) de su familia. Ejemplo de ello fue la canción que interpretó alguien que parece (lo apostaría) otro hijo suyo, convulsionando ante una mujer tremendamente gorda vestida de corista. ¡Wow, qué motherno!
Porque en el programa uno descubre que las entrevistas son sólo pretexto para que Jodorowsky cobre mientras anuncia sus productos, hablando de la sicomagia, del tarot, de su genialidad y chingonería iniciática, de promover sus libracos y tirar el tarot, que según Alejandrín tiene que ser "tirado" entre dos. Cualquiera que haya estudiado la curiosa superstición del tarot sabe que esto no es tal, pero es una ocurrencia que generó Jodorowsky para duplicar el salario que se le cobra al gil (en este caso el fisco español), porque quien le ayuda a tirar el tarot en pantalla es, ¿por qué no me sorprende?, su hija Valerie.
Con los ingresos del fisco y de los fascinados compradores de libros, Jodorowsky se puede dar el lujo de "no cobrar" por leer el tarot en París, ciudad que contamina desde hace algunas décadas, y así asegurar públicamente que dispone de una "pureza" que supuestamente lo legitima... Pero al final del lamentable programa muestra el cobre dedicando varios minutos a lo que mejor hace: darse autobombo hablando de "mi libro", y "mi otro libro" y "mi último libro que estoy haciendo" para que usted, entusiasmado porque realmente parece que Alejandro sabe de qué recarajos está hablando, mañana ponga su dinero otra vez en el bolsillo del simulador chileno.
Si en asuntos de otros terrenos el actual gobierno español parece tener claras las cosas y la brújula en buen estado de funcionamiento, en cuanto al mundo de la irracionalidad, la charlatanería y el embuste seudomédico está más perdido que Hugh Hefner en un monasterio: a los "reconocimientos" oficiales a rituales curanderistas no probados y sólidamente criticados por la medicina como la acupuntura y la homeopatía agrega ahora el salario, la producción, los salarios familiares y, suponemos, el viaje y la manduca de Alejandro Jodorowsky para zumbarnos por televisión sus delirios nunca demostrados.
Y además es pesado el tipo...
Actualización 24 de octubre de 2007: Desde que se publicó esta entrada, hemos recibido un bombardeo incesante de correos de adeptos de Jodorowsky, empezando por su hijo Adán, que me escribió muy ofendido (y luego se opuso a divulgar nuestro intercambio de correos, valiente él) más o menos a ritmo de un orate de la iglesia de Jodorowsky The Greatest por semana.
Al mismo tiempo, esta entrada se convirtió en objeto de una rebatinga monumental en la Wikipedia en español, pues los incondicionales del gurú se ocupan de mantener la limpieza y pureza de la entrada de la Wikipedia dedicada a exaltar al farsantesco actorcillo retirado, (en realidad hay una feroz censura y defensa de todo lo que hieda a esotérico, engañabobos, estupefaciente, místico y estafístico en dicha enciclopedia supuestamente "pública", en la práctica secuestrada por los newageros). Por estos días, otro sesoplano deseoso de quedar bien con Alejandro Jodorowsky (o el propio chamán de pega, que manda a sus adeptos y a su hijo pero no se atreve a intercambiar opiniones conmigo, ni a insultarme como sus mensajeros, y menos tratar demostrar que me equivoco) ha vuelto a borrar el enlace de esa entrada a ésta, que sería la única visión crítica colada en el terso y uniforme mundo del pensamiento único en loor a Jodorowsky. Es un halago ver que tal gentuza arde de furia con mis sencillas observaciones sobre su ídolo de pies de barro y medios de vida sospechosamente desconocidos (¿hacienda francesa, anyone?).
(Actualización a 13 de junio: una lectora que asegura haber trabajado con Jodorowsky en su casa de París, me escribe para informarnos de que efectivamente tenía yo razón, el tipo que se contorsionaba cantando en el programa de Jodorowsky era su hijo, Adán Jodorowsky, que también se hace llamar "Adanowsky", y me aclara que quien ayudó a Alejandro a tirar el tarot no fue "su hija Valerie", como escribí equivocadamente, sino su esposa actual, Marianne Costa, que comparte la empresita familiar en la que destaca igualmente Cristóbal Jodorowsky, otro de los hijos del actor. Me señala también la lectora que la hija de Jodorowsky no se llama Valerie, es una persona normal, no se dedica a chupar del negociete de Alejandro.)
El problema ha sido que el discurso ecologista se ha venido impregnando de una actitud dogmática, con tintes claramente religiosos, cerrada a todo tipo de diálogo, profundamente conspiranoica y que parte de una serie de supuestos que deben aceptarse sin discutir. Todo el que se atreva a criticar o cuestionar cualquier afirmación de los partidos y grupos ecologistas, animalistas o New Age será inevitablemente acusado de ser siervo a sueldo de grandes empresas o gobiernos represores, sin prueba alguna, que de eso saben poco los militantes de estos grupos. Sus odios y amores suelen no tener relación con los hechos reales.
Todo esto sería asunto de debate interesante (a menos que los supuestos verdes sean como los que me he encontrado yo, seguramente por mi mala suerte) a no ser porque los verdes europeos, un solo partido con representación en distintos países, están de campaña acompañados por el sector menos avispado de la izquierda, que se ha aliado con las posiciones retrógradas de los verdes de modo incomprensible. Y porque el proyecto de los verdes europeos incluye verdaderos manifiestos contra la ciencia, la razón, la evidencia de los hechos y la inteligencia más simple.
Detrás de la sencilla afirmación de que debemos respetar el medio ambiente y conservarlo para que nos conserve, hay toda una agenda política que va desde lo irresponsable hasta lo francamente idiota, como la prohibición de la iluminación navideña.
En serio.
Todo lo que viene a continuación lo he tomado del Programa Electoral de Los Verdes y no es exhaustivo, lo confieso, porque las 145 páginas de su plan para dominar el mundo son absolutamente soporíferas en general, plagadas de obviedades y perogrulladas puntuadas por frases que pueden significar lo que usted quiera. O más bien, lo que a los parlamentarios Verdes les dé la gana a la hora de votar en Europa. Es decir, muchas cosas que van más allá de la "vivienda digna, ecología, empleo verde, igualdad, paz, salud, derechos y bienestar animal" que salen en su cartel electoral. Por ejemplo: "falsas medicinas, alimentos más caros, anticiencia e irracionalidad".
Energía, más cara, si la hubiere
Sin que justifiquen el por qué, Los Verdes desean cerrar todas las centrales nucleares para 2015, eliminar las subvenciones a la energía nuclear y el carbón, penalizando su importación (energía más cara para usted y para mí, y para los industriales que nos repercutirán el aumento de sus costes en los productos que nos venden).
Uno pensaría que quizá el odio a la energía nuclear tiene ciertas razones, como la preocupación por la contaminación de los desperdicios radiactivos, hasta que se acuerda de que la contaminación por petróleo es bastante más grave y ha matado a muchísimas más personas. Pero bueno, si nos oponemos a la fisión nuclear (que es la misma que la de las bombas atómicas, y si uno no entiende qué es eso, suena muy inquietante), seguramente apoyaremos la fusión nuclear, que es lo que pasa dentro del sol (y de todas las estrellas), una energía limpia, abundantísima, de gran potencial si seguimos estudiándola y trabajando en ella... pero no, porque Los Verdes le inventan "graves riesgos ambientales" y quieren prohibir también "la captura y almacenamiento de carbono, la fisión nuclear, la fusión nuclear o la transformación de carbón en combustibles líquidos".
¿Cuál es la energía que debemos usar entonces según este peculiar partido de tintes tan paranormales? No se sabe. ¿Quién va a invertir en ello? Ni idea. Todo el dinero obtenido de las prohibiciones va para "aplicar políticas contra el cambio climático" (que no sean nucleares, ni de fisión ni de fusión, por prometedoras que sean). En todo su programa electoral, Los Verdes nos ocultan lo esencial: ¿qué energía no estará prohibida y puede sustituir a las otras en cantidad, calidad y coste?
Agricultura a mi gusto, aunque más cara
Por ejemplo, Los Verdes proponen la aprobación de un plan que obligue a reducir el uso de "agroquímicos" (toda sustancia química usada en la agricultura, incluidos los abonos no naturales, no sólo herbicidas o plaguicidas) promoviendo algo que llaman "métodos naturales para el control de plagas y enfermedades".
Dicho así, parecería que existen claramente tales "métodos naturales", y que son tan buenos como los plaguicidas, pero no se usan por presión de los malvados dueños de las empresas químicas que nos tienen comprados a todos. Ciertamente, las empresas químicas son negocios transnacionales bastante desalmados, como cualquier fruto del capitalismo, pero eso no prueba las afirmaciones verdes.
El hecho es que los "métodos naturales" en los que creen estos personajes son mucho menos eficaces que los plaguicidas y menos eficientes en términos de coste-beneficio. ¿Qué significa esto? Pues que en la misma extensión de tierra se obtendrá un rendimiento menor. Para ser justos con el agricultor (y por las leyes de mercado, que a veces funcionan), los precios serán más altos. ¿Y esto es algo que queremos?
Algunos consideramos que no es buena idea. La opulencia de los países industrializados proviene en gran medida de un acceso adecuado a una buena alimentación, y esto debería ser algo a tener en cuenta cuando hace apenas 59 años (y menos en el caso de España, Portugal, Grecia y otros países) había en tales naciones hambre y desolación. Decidir el aumento de los precios de los alimentos no es una política deseable. No sólo eso: de conocerse esta propuesta electoral, seguramente no sería bienvenida por muchos electores, tanto agricultores como consumidores.
El asunto se complica cuando limpia y llanamente Los Verdes prometen "Eliminar los cultivos y productos transgénicos y bionanotecnológicos".
Uno, racionalmente, preguntaría por qué. Y no tienen respuesta.
Ciertamente, la ingeniería genética, como la ingeniería de minas, la civil y la electrónica, se pueden usar para el mal, irresponsablemente y con voracidad empresarial deshumanizada. Pero nadie en su sano juicio propondría eliminar la ingeniería civil porque se construyen cuarteles militares. ¿Es lógico oponerse a las muchas posibilidades de la ingeniería genética?
De hecho, los redactores de este tremendo documento parecen no enterarse de que todos nuestros animales y plantas son organismos genéticamente modificados, transgénicos, pues. Sólo que alteramos su genética a ciegas mediante selección y cruzas. Ahora podemos alterar la genética con máximo control y claridad. ¿Y vamos a prohibir la ciencia porque Monsanto produce semillas de maíz caras?
Pero la pasión por prohibir que exhiben estos señores va más allá.
El retorno de las antenas asesinas
Por supuesto, los verdes aseguran que existe algo llamado "contaminación electromagnética". Como no lo pueden probar, ni lo han podido probar durante los años que llevan en su lucha contra la sospechosa tecnología, acuden a una medida dictatorial singularísima, llamada "principio de precaución".
Definido por ellos mismos, el Principio de Precaución es "adoptar medidas protectoras, antes de contar con una prueba científica completa de un riesgo".
En la práctica, se trata de la consagración de una falacia de pensamiento a modo de programa electoral. El "principio de precaución" parte de que todo es riesgoso, o al menos todo lo que odian los verdes es, seguramente, riesgoso. Pero ellos no asumen la responsabilidad de probar el riesgo (lo que en lógica se llama "la carga de la prueba"), sino que pretenden obligar a los demás a probar que algo no tiene riesgos.
Por supuesto, todo tiene riesgos. Nacer es comprar una entrada para el proceso de la muerte. No hay nada "perfectamente inocuo" en este mundo, que no es el mundo de la utopía política verde. Salir a la calle es asumir un riesgo. Si salimos a la calle es porque consideramos que los beneficios que podemos derivar de ello (ir al cine, ir a trabajar para ganar dinero, ir a estudiar, ir a visitar a un amigo) superan el peligro de ser atropellados por un auto, navajeados por un asaltante o apachurrados por un aerolito conducido por un borracho. Sobre esa base, los verdes han exigido lo que llaman "prueba científica completa" para aceptar que algo que nunca ha demostrado ser demasiado peligroso, realmente está exento de riesgos.
Pero al mismo tiempo, los verdes rechazan de modo continuo cualquier estudio o prueba científica que no les dé la razón. La llaman "incompleta", acusan (claro) a los científicos de ser parte de la conspiración, piden que se invierta más y no están dispuestos a ceder hasta que se les dé la razón. No existe, así, un modo de convencer a los ecólatras de que los riesgos de la telefonía móvil son minúsculos y que sus beneficios son enormes. De inmediato pronuncian palabras como "cáncer" y "leucemia", sin saber (o esperando que el público no sepa) que las ondas utilizadas en la telefonía móvil no tienen la potencia necesaria para desplazar a un electrón de su órbita en un átomo, y por tanto no pueden ocasionar las mutaciones requeridas para provocar cáncer. La radiofrecuencia de los teléfonos móviles es "no ionizante", como la radio, la televisión, el radar y los hornos de microondas. Y esto es cierto aunque "no lo crean".
Pero sin prestar atención a la ciencia, el programa electoral de Los Verdes dice: "proponemos el control estricto de todos los focos de contaminación electromagnética (antenas de telefonía móvil, torres de alta tensión, transformadores de alta potencia, etc.) que actualmente campen –legal o ilegalmente– por todas nuestras ciudades y núcleos urbanos".
La telefonía móvil es viable porque las antenas están ubicadas como las celdillas de un panal. Sólo usan la potencia necesaria para transmitir hasta la siguiente antena, en vez de transmitir a largas distancias (lo que exige más potencia). Los teléfonos mismos, los terminales, también requieren sólo potencia para conectar con la antena más cercana. Al desplazarnos, nuestro teléfono móvil va cambiando de antena para usar siempre la más cercana, y a partir de ella la señal va saltando de antena en antena hasta el móvil al que llamamos.
Si no hay antenas cerca, no hay comunicación, punto. El número de antenas no está definido por la voracidad empresarial de las compañías de telecomunicaciones (que no son ningunos angelitos), sino en función de la ingeniería, a la que poco impresionan los repartos de folletos en, digamos, la Feria del Libro de Madrid.
Esta realidad es pasada por alto en un despliegue de ignorancia que no debería tener lugar en un programa electoral para el órgano de representación más ambicioso de la historia humana, el Parlamento Europeo, comprometiéndose a: "Controlar y limitar la instalación de antenas de telefonía móvil. Para ello, es necesario el inmediato cumplimiento de la legalidad vigente, con la paralización y desmantelamiento inmediato de todas las antenas de telefonía móvil en situación ilegal y la inmediata declaración de una moratoria de instalación de antenas, la obligación a las operadoras a compartir las antenas, alejar los emplazamientos de las antenas a una distancia significativa de las viviendas y zonas sensibles, tener en cuenta protocolos de investigación serios por organismos independientes de las operadoras, y aplicar el principio de precaución".
Y al final volvemos al principio: las investigaciones serias de organismos independientes dicen que todo esto es una cacería de brujas, que no hay riesgo, y para curarse en salud, se vuelve al principio de precaución: "demuéstrame que no tiene ningún riesgo o lo prohíbo".
Happy flowers y cero ciencia
Donde realmente llega a su límite la ignorancia, la irresponsabilidad y la posición peligrosa y potencialmente mortal de Los Verdes es, precisamente, cuando se trata de la salud humana. ¿Más médicos que le dediquen más tiempo a los pacientes? Ni de coña. ¿Más investigación en oncología y en neurofisiología? Ni un tantito.
Lo que proponen es el "impulso de la medicina alternativa", que en realidad no es medicina, y que no ha probado que puede curar más que un placebo. Pero dado que la sanidad es una gorda rebanada del presupuesto, Los Verdes quieren darle su pedazo a sus amigos médicos brujos, a los laboratorios que venden agua remojada en cucaracha con azúcar a precios delirantes, a los que curan modificando los "canales" de una "energía vital" que nadie ha visto, nadie ha medido, nadie ha probado que exista. Y todo eso se conseguirá haciendo realidad el sueño de Esperanza Aguirre: quitarle fondos a la salud pública. Así, prometen:
a) Integración de las terapias naturistas – medicinas alternativas - (acupuntura, homeopatía, fitoterapia, naturopatia, medicinas energéticas), en la cartera de servicios de la Seguridad Social.
b) Integración de la farmacopea naturista en la Seguridad Social.
c) Creación de un Instituto de Investigación en Medicina Naturópata.