Si hace unos días hablábamos de qué pasaría si la Iglesia Católica fuera un equipo de fútbol, hoy me gustaría hablar del tipo de organización que es. Uno mira las distintas organizaciones que hay en el país y las puede ir clasificando. ¿Cómo clasificamos? Pues lo que hacemos es que observamos las características esenciales de cada organización, las comparamos y buscamos semejanzas y diferencias. Veamos algunas semejanzas entre la Iglesia Católica y algunas sociedades de gestión de derechos de autor (y aunque digo algunas... bueno, pues a buen entendedor...):
La Iglesia Católica se basa en la existencia de un ente al que llama dios y dice que hay una serie de mandamientos que cumplir. Las sociedades de gestión de derechos de autor se basan en un ordenamiento llamado copyright o derecho de autor que se encuentra regulado por una serie de leyes que hay que cumplir.
La Iglesia criminaliza a todo aquel que supuestamente no cumple los mandamientos, le llama pecador y afirma que irá al infierno por sus pecados. Las sociedades de gestión criminalizan a los usuarios de ordenadores, internet, reproductores mp3/mp4, etc. porque todos ellos supuestamente quebrantan la ley de propiedad intelectual, son llamados piratas y denunciados por lo civil o por lo penal.
Del mismo modo que la Iglesia nunca ha podido demostrar que aquel que incumple los mandamientos es un pecador y va al infierno, las sociedades de gestión nunca han ganado un juicio contra alguien que se baja películas o música sin ánimo de lucro (a ver cuándo os enteráis que descargar es legal. Lo ilegal es vender lo que te has descargado, leches).
La Iglesia se basa en dogmas de fe indemostrados e ilógicos. Las sociedades de gestión también cuando dicen, por ejemplo, que una descarga es igual a una copia no vendida o que las descargas están acabando con la industria de la música: afirmaciones sin fundamento ilógicas y no demostradas.
La Iglesia Católica se basa en la biblia y para vigilar que los mandamientos se cumplen y la gente vive según las directrices, órdenes y moral de la religión católica (aunque la gente profese otra o ninguna religión) la Iglesia tenía a la Inquisición. Las sociedades de gestión se basan en la ley de propiedad intelectual y para vigilar que la gente cumple con dicha ley y nadie usa música de forma pública sin permiso y sin pagar (aunque dicha música sea copyleft o directamente tradicional o anónima no sujetas a derechos de autor) las sociedades contratan detectives y abogados.
Para la Iglesia Católica toda religión que no sea la católica es falsa y herética, no respetan las creencias o no creencias de los demás, y tratan de imponer su moral y sus criterios aunque no se les haya pedido. Para las sociedades de gestión todo lo que no sea copyright (como el copyleft) es un complot y un delito, pretenden cobrar incluso de los autores que no tienen en catálogo y tratan de imponer sus falsedades (como que una descarga es igual a una copia no vendida) en todos los ámbitos.
La Iglesia Católica tiene una serie de ritos que considera de su propiedad, y denomina paganismos aquellos ritos que se realizan al margen de su religion. Las sociedades de derechos de autor tienen un catálogo de canciones que considera de su propiedad y denominan plagios a todas aquellas canciones que se parezcan a las suyas, aunque sea de refilón.
La Iglesia Católica tiene el monopolio de la interpretación de la biblia. Las sociedades de gestión tienen el monopolio de la gestión de derechos.
La Iglesia Católica siempre ha pretendido manipular la clase política de todos los países en los que se haya presente para obtener beneficios económicos, educativos y sociales aunque con ello sometan a gente que profese otra religión o ninguna. Las sociedades de derechos de autor manipulan a la clase política para obtener leyes que se ajusten a sus deseos, aunque las mismas no sean justas y afecten a inocentes (al final pagan justos por pecadores en ambos casos).
La Iglesia Católica consigue dinero gracias al estado a través de cierta casilla de la declaración de la renta. Las sociedades de derechos de autor tienen el canon digital. La Iglesia Católica gestiona el dinero a su manera, de forma oscura y secreta. Las sociedades de gestión... también. La Iglesia Católica predica un modelo de austeridad mientras gasta millones en viajes y lujos para su cúpula, empezando por el papa. Las sociedades de gestión defienden los derechos de todos sus afiliados, pero sólo unos pocos reciben mucho dinero, tanto que se van a vivir a otros países para no tener que pagar los impuestos de España.
La Iglesia Católica ha intentado controlar la sociedad desde el punto de vista político y económico a través de los dirigentes políticos y la Inquisición. Las sociedades de derechos de autor quieren controlar la sociedad desde el punto de vista económico y privado, intentando espiar y monitorizar lo que los internautas se descargan de internet.
Tras estas reflexiones, me queda un duda: ¿Es la Iglesia Católica una sociedad de gestión de derechos de autor, o son las sociedades de gestión de derechos de autor defensoras de una nueva religión?
La Iglesia Católica se basa en la existencia de un ente al que llama dios y dice que hay una serie de mandamientos que cumplir. Las sociedades de gestión de derechos de autor se basan en un ordenamiento llamado copyright o derecho de autor que se encuentra regulado por una serie de leyes que hay que cumplir.
La Iglesia criminaliza a todo aquel que supuestamente no cumple los mandamientos, le llama pecador y afirma que irá al infierno por sus pecados. Las sociedades de gestión criminalizan a los usuarios de ordenadores, internet, reproductores mp3/mp4, etc. porque todos ellos supuestamente quebrantan la ley de propiedad intelectual, son llamados piratas y denunciados por lo civil o por lo penal.
Del mismo modo que la Iglesia nunca ha podido demostrar que aquel que incumple los mandamientos es un pecador y va al infierno, las sociedades de gestión nunca han ganado un juicio contra alguien que se baja películas o música sin ánimo de lucro (a ver cuándo os enteráis que descargar es legal. Lo ilegal es vender lo que te has descargado, leches).
La Iglesia se basa en dogmas de fe indemostrados e ilógicos. Las sociedades de gestión también cuando dicen, por ejemplo, que una descarga es igual a una copia no vendida o que las descargas están acabando con la industria de la música: afirmaciones sin fundamento ilógicas y no demostradas.
La Iglesia Católica se basa en la biblia y para vigilar que los mandamientos se cumplen y la gente vive según las directrices, órdenes y moral de la religión católica (aunque la gente profese otra o ninguna religión) la Iglesia tenía a la Inquisición. Las sociedades de gestión se basan en la ley de propiedad intelectual y para vigilar que la gente cumple con dicha ley y nadie usa música de forma pública sin permiso y sin pagar (aunque dicha música sea copyleft o directamente tradicional o anónima no sujetas a derechos de autor) las sociedades contratan detectives y abogados.
Para la Iglesia Católica toda religión que no sea la católica es falsa y herética, no respetan las creencias o no creencias de los demás, y tratan de imponer su moral y sus criterios aunque no se les haya pedido. Para las sociedades de gestión todo lo que no sea copyright (como el copyleft) es un complot y un delito, pretenden cobrar incluso de los autores que no tienen en catálogo y tratan de imponer sus falsedades (como que una descarga es igual a una copia no vendida) en todos los ámbitos.
La Iglesia Católica tiene una serie de ritos que considera de su propiedad, y denomina paganismos aquellos ritos que se realizan al margen de su religion. Las sociedades de derechos de autor tienen un catálogo de canciones que considera de su propiedad y denominan plagios a todas aquellas canciones que se parezcan a las suyas, aunque sea de refilón.
La Iglesia Católica tiene el monopolio de la interpretación de la biblia. Las sociedades de gestión tienen el monopolio de la gestión de derechos.
La Iglesia Católica siempre ha pretendido manipular la clase política de todos los países en los que se haya presente para obtener beneficios económicos, educativos y sociales aunque con ello sometan a gente que profese otra religión o ninguna. Las sociedades de derechos de autor manipulan a la clase política para obtener leyes que se ajusten a sus deseos, aunque las mismas no sean justas y afecten a inocentes (al final pagan justos por pecadores en ambos casos).
La Iglesia Católica consigue dinero gracias al estado a través de cierta casilla de la declaración de la renta. Las sociedades de derechos de autor tienen el canon digital. La Iglesia Católica gestiona el dinero a su manera, de forma oscura y secreta. Las sociedades de gestión... también. La Iglesia Católica predica un modelo de austeridad mientras gasta millones en viajes y lujos para su cúpula, empezando por el papa. Las sociedades de gestión defienden los derechos de todos sus afiliados, pero sólo unos pocos reciben mucho dinero, tanto que se van a vivir a otros países para no tener que pagar los impuestos de España.
La Iglesia Católica ha intentado controlar la sociedad desde el punto de vista político y económico a través de los dirigentes políticos y la Inquisición. Las sociedades de derechos de autor quieren controlar la sociedad desde el punto de vista económico y privado, intentando espiar y monitorizar lo que los internautas se descargan de internet.
Tras estas reflexiones, me queda un duda: ¿Es la Iglesia Católica una sociedad de gestión de derechos de autor, o son las sociedades de gestión de derechos de autor defensoras de una nueva religión?
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