martes, 9 de junio de 2009

El vecino de al lado

El vecino de al lado

La siguiente historia sucedió en 1966 en el instituto de estudio avanzado de Princeton. Los protagonistas son el joven físoco Andrew Lenard y C. N. (Frank) Yang, que había recibido el premio Nobel de física en 1957.

Suerte para Lenard, entonces, que un día Yang llamara por casualidad a su puerta para entrar a charlar. Yang quería saber en qué estaba trabajando Lenard y por eso le habla sobre el problema de la estabilidad de la materia (la profunda cuestión de por qué la materia, que está compuesta de átomos que son espacios casi enteramente vacíos entre partículas fundamentales muy separadas, es sólida y estable).

Yang piensa que esto es curioso. "Muy interesante", dice. "O es un problema trivial o es un problema muy difícil."

Así que Yang vuelve a su despacho (que es precisamente la puerta de al lado) y Lenard empieza a oír unos golpecitos en la pared. Se da cuenta de que es Frank escribiendo en su pizarra. Sigue así durante un rato (tap, tap, tap...), tiza dando contra pizarra, y Lenard ya no piensa más en ello.
Luego de repente, se detienen los golpes como si el pobre hubiera sufrido un ataque cardiaco. Silencio mortal.

Pocos minutos más tarde, Yang asoma su cabeza de nuevo por el despacho de Lenard: "Es difícil", dice, y desaparece.


¿Quién ocupó el despacho de Einstein?, Anagrama, Barcelona, 1992

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