También es palabra de dios el tener esclavos. ¿Cuántos tenéis? También es palabra de dios que hay que lapidar hasta la muerte a aquel que lleve ropa hecha con dos tejidos distintos. Seguro que todos vosotros vestís ropa con un % de algodón y otro % de poliester: ¿cuándo os váis a lapidar? Es que, si hay que hacer caso a la palabra de dios con la homosexualidad, habrá que hacerlo también con lo demás. ¿Alguien quiere venderme a su hermana como esclava? Podéis hacerlo, es palabra de dios…
Un consejo, por vuestro propio bien: esa palabra de dios, seais cristianos, evangélicos o raelianos o lo que os de la gana, no deberíais considerarla de forma literal, porque entonces nada os diferenciará de los talibanes. La homosexualidad no es antinatural, es algo tan natural como la heterosexualidad. Lo que si es moralmente reprochable es obligar a los demás a tener una tendencia u otra. Si vosotros no queréis que un homosexual os imponga su conducta sexual, no tratéis de imponerle la vuestra.
Os olvidáis siempre de lo más importante, el verdadero mensaje de jesus: ama a tu prójimo como a ti mismo. Si odiais a los homosexuales, si fomentais el odio y la discriminación hacia ellos, si les considerais pecadores, si realmente pensais que dios, en su omnipotencia y magnanimidad va a enviarlos al infierno en lugar de perdonarlos, pues el trabajo de dios es perdonar, entonces tenéis un verdadero problema con vuestra fe y vuestra moral.
El problema no es creer en un dios. El problema aparece cuando se le da más importancia a un texto con notables contradicciones y a los ritos que imponen las altas esferas eclesiásticas, que a la propia creencia. El problema surge en la pretensión de imponer una creencia y una moral a toda costa, invadiendo el espacio de los que tienen otras creencias (si es que tienen alguna) y otras morales, metiendo las narices donde nadie les ha llamado y en terrenos que ni siquiera les corresponden. El problema deviene cuando se pretende hacer pasar por científico lo que es religioso.
He empezado hablando de un blog, cuyos comentarios me ha llevado a otro blog, cuyos comentarios me ha llevado a escribir esta entrada. Qué menos que cerrar el círculo volviendo al blog Un planeta con canas, y más particularmente a un acertadísimo comentario de Manuel, el autor de dicho blog:
La ciencia no busca lo mismo que la religión, aunque muchos penséis que os está recortando terreno. Igual lo que ocurre es que la religión tenía el pie sobre terreno que no debería estar.
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