lunes, 13 de julio de 2009

La inquisicion no es algo medieval

Pues eso, que la inquisición no es algo lejano en el tiempo, no es algo medieval, sino que está de plena actualidad. La religión se ha metido en política, en la política irlandesa, para ser más exactos, y es que han aprobado una ley por la cual blasfemar se convierte en un delito. Os dejo con la columna de José A. Pérez para el diario Público:



Perdonen si blasfemo

En Irlanda Dios existe sí o sí. Porque, a partir de la semana que viene, la blasfemia será considerada un delito en la isla de los tréboles. Y con blasfemia no se refieren solo a cagarse en el Creador o a criticar su presunta infalibilidad, sino también a negar su existencia. Es parte de la reforma de la Ley Antidifamación, ratificada por el Parlamento irlandés el pasado jueves. Cando dicha ley entre en vigor, tomar en vano el nombre de cualquiera de los dioses oficiales será castigado con una multa de hasta 25.000 euros.

Hace tiempo que los cazatendencias nos venían avisando: se lleva lo retro. Primero volvieron los bigotes, luego el look marinero y ahora la Sagrada Inquisición. Todo vuelve tarde o temprano y, hoy por hoy, las leyes vintage son lo más. El único problema es que esta ley no parece asumible en nuestro país. Porque, si en España encarceláramos a todo el que se caga en el Todopoderoso, se acabarían los atascos (de ahí que en el Madrid de la Edad Media se pudiese aparcar sin problemas).

En el Parlamento irlandés consideran que la libertad de expresión debe tener un límite y que ellos están democráticamente legitimados para ponerlo donde les venga en gana. Muy mal deben de estar las deidades si necesitan que un grupo de políticos se inventen restricciones para defender su reputación. Dios nos dio libre albedrío para crear leyes estúpidas, sí, pero también para saltárnoslas a la torera y para cagarnos en cualquier entidad suprema que se nos ponga por el camino. Al fin y al cabo, siempre es más noble cargar contra los poderosos. Y Jesucristo estaría de acuerdo con esto.



Parece ser que la iglesia no tiene suficiente con meterse donde no la llaman, como por ejemplo criticando la política de fichajes del Real Madrid aunque seguro que si el Madrid fuera una sociedad anónima que cotizara en la bolsa la iglesia se habría vuelto loca comprando más y más acciones del Madrid... del mismo modo que compró acciones de Pzifer, un laboratorio farmacéutico que entre otras cosas fabrica viagra, condones y anticonceptivos... todo ello contrasta con el descaro de pedir austeridad y solidaridad a los demás mientras ellos hacen gala de toda clase de lujos y viajes a todo tren... lo raro es que no tengan un papatren y un papavión, del mismo modo que tienen un papamóvil. Pues no, no tienen suficiente y ahora vuelven a meterse en política a través de una ley inquisitorial. En lugar de avanzar, retrocedemos.

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